miércoles, 23 de julio de 2014

COMA | MICHAEL CRICHTON | 1978

PESADILLA EN EL HOSPITAL

Michael Crichton, aparte de uno de los novelistas más leídos del mundo, con obras del éxito de “La amenaza de Andrómeda”, “Jurassic Park” o “Sol Naciente” –todas trasladadas con éxito al cine–, también ha sido un hombre que se ha puesto tras las cámaras como director en un puñado de títulos a cuál más interesante, destacando dos clásicos de la ciencia ficción del calibre de “Almas de metal” (1973) y “Runaway” (1984). En 1978 logró un notable éxito comercial y crítico con “Coma”, thriller de suspense que adaptaba una famosa novela homónima de Robin Cook. Crichton, graduado en la carrera de medicina, aportó sus conocimientos en este terreno para dotar de una mayor verosimilitud a una historia de corte paranoico, en la que la teoría de la conspiración sobrevuela cada uno de sus fotogramas.


“Coma” nos presenta a Susan, una joven estudiante de medicina en prácticas de un gran hospital de Boston, que vive una relación sentimental con el doctor Mark Bellows, cirujano jefe del mismo. Durante su estancia en el centro, Susan presencia cómo, en un corto espacio de tiempo, se suceden continuados casos de pacientes que quedan en estado de coma durante operaciones que, presumiblemente, no deberían conllevar ningún riesgo de complicación. La mujer emprende una investigación por su cuenta que chocará rápidamente con los intereses de las altas esferas del lugar. ¿Estamos verdaderamente ante una oscura trama de asesinatos? O, por el contrario, ¿está viendo Susan cosas donde no las hay debido a un exceso de imaginación? La película, magníficamente ambientada y con una buena banda sonora de Jerry Goldsmith que acentúa el opresivo clima de suspense, bebe tanto de la ambigüedad conspiratoria de otras obras setenteras como “La invasión de los ultracuerpos” (1978, Philip Kaufman) como de las intrigas clásicas de Alfred Hitchcock. 


Michael Douglas obtuvo uno de sus primeros papeles protagonistas, dando ya buenas muestras de su carisma y talento, pero es la estupenda Genevieve Bujold la que se adueña de la película con su sobresaliente actuación. Vista en obras como “Terremoto” (1974, Mark Robson), “Asesinato por decreto” (1979, Bob Clark) o “Inseparables” (1988, David Cronenberg), Bujold representa a la perfección ese prototipo de mujer de apariencia vulnerable pero valiente y decidida ante las adversidades. El veterano Richard Widmark, un clásico de los westerns made in Hollywood, aporta el toque de distinción a una propuesta en la que, como curiosidad, destacan los papeles secundarios de unos jovencísimos Tom Selleck y Ed Harris antes de ser tan conocidos. Hoy en día permanece injustamente olvidado este notable filme que no deja tregua al espectador a lo largo de casi dos horas de metraje. Crichton muestra una gran sabiduría en la creación de atmósferas –algunas de sus imágenes, como aquellas que muestran a los cuerpos suspendidos en el aire por cables, parecen más cercanas a la ciencia ficción que al drama médico– y logrando que el ritmo no decaiga durante las casi dos horas de metraje. En 1996, Michael Apted dirigió “Al cruzar el límite”, una cinta de similares características a mayor gloria de Hugh Grant que naufragó en todo lo que “Coma” fue un rotundo éxito, lo que revalorizó aún más al filme de Crichton.


PUNTUACIÓN: 7

José Antonio Martín.


Estados Unidos. 1978. Título original: Coma. Director: Michael Crichton. Guión: Michael Crichton (Novela: Robin Cook). Fotografía: Victor J. Kemper. Música: Jerry Goldsmith. Intérpretes: Michael Douglas, Geneviève Bujold, Richard Widmark, Ed Harris, Elizabeth Ashley, Tom Selleck, Rip Torn, Lois Chiles, Joanna Kerns.


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